Publicado en Club de lectura #elsitiodemirecreo

Segunda semana de lectura de Las Maquinarias de la alegría

Ya ha terminado la segunda semana dedicada a leer esta colección de relatos de Bradbury y creo que puedo decir que le voy cogiendo el tranquillo. Ya no me produce tanta frustración los inicios a mitad de escena (in media res), las descripciones contradictorias del paisaje, las metáforas nada convencionales y las metonimias imposibles. He aprendido a dejarme llevar por la narración como el que se deja vencer por la corriente del agua y confiar en que antes o después me llevará a algún puerto conocido y comenzaré a entender. ¡Y pensar que hace menos de un año me quejaba de que Chéjov no estructuraba sus relatos con inicio, nudo y desenlace! Desde luego, este año de lecturas del club me está convirtiendo en una lectora diferente.

Hay algo que me ha costado especialmente estas noches de lectura. Y es que cuando uno se prepara para leer un conjunto de relatos de un autor de ciencia ficción, está dispuesto a encontrarse con seres de otros planetas, criaturas mágicas, personajes con poderes increíbles o escenarios apocalípticos. Pero, sin embargo, esta semana de lectura no hemos encontrado nada de eso. Y me ha costado entender que lo extraordinario, lo fantástico, puede encontrarse sin necesidad de irse tan lejos.

Efectivamente, Bradbury, en estos cuentos, encuentra en este mundo material suficiente para crear relatos extraordinarios. ¿Para qué imaginar escenarios en los que seres de otros planetas invaden nuestro territorio si en la historia de nuestra especie algunos humanos han vivido en propia carne la invasión por parte de otros humanos cultural y externamente tan diferentes a ellos? ¿Qué es mas misterioso que el amor que sobrevive a la muerte y a la locura? ¿Qué es más inquietante que la propia muerte y la enfermedad mental? ¿Qué puede dar más miedo que una vida entera sometida a un yugo? ¿Qué puede ser más fascinante que nuestra propia imaginación?

Si algo me ha regalado una semana de lectura de estos cuentos es, pues, la capacidad de soltar, de olvidarme de expectativas, de aceptar la pérdida de control y y de disfrutar con las maravillas de nuestro propio mundo. Me alegro de que me queden todavía 7 noches por delante.

3 comentarios sobre “Segunda semana de lectura de Las Maquinarias de la alegría

Deja un comentario