
Antony Beevor es el mayor experto en la Segunda Guerra Mundial. Sus libros se convierten en éxitos y su opinión es una de las más respetadas cuando se habla de ciertos hechos ocurridos durante el conflicto. Su pertenecía al cuerpo militar de su país le ha dado acceso a documentos y contactos que están vedados al común de los investigadores. Por eso, sus ensayos contienen una abundancia de datos, entrevistas y secretos sin comparación con la inmensa mayoría de libros especializados.
Sus detractores, siempre los ha tenido, lo han tachado de anticomunista, pro inglés y un largo etcétera de calificativos, con unos argumentos que, libro tras libro, el autor ha ido desmontando de forma automática.
La guerra, la que se vive desde las trincheras, en contacto directo con el enemigo, no entiende de buenos y malos. El horror de la batalla desnuda la miseria de la condición humana y siempre nos muestra que la crueldad no entiende de bandos.
En Stalingrado nos encontramos con la crónica del enfrentamiento mas sangriento de la guerra. La pérdida de vidas humanas fue inimaginable. Hay versiones que afirman que al final del sitio, sólo quedaba un 10% de la población civil con vida.
El empecinamiento de Hitler y Stalin se llevó por delante a cientos de miles de personas en un combate que se demostró, posteriormente, que se hubiera podido evitar.
Beevor nos desgrana con precisión los acontecimientos que ocurrieron, las grandes decisiones de despacho, pero, sobre todo, presenta testimonios de las personas que sufrieron los largos meses que duró el asedio y el posterior contraataque. Las entrevistas y aportaciones de los supervivientes, de uno y otro bando, hacen de este libro un documento increíble sobre la guerra y sus consecuencias.
La abundancia de datos puede suponer un pequeño obstáculo para un lector que busque un acercamiento superficial al conflicto pero, en pocos capítulos, será consciente que era necesario presentar todos los datos, todas las «verdades».
Una obra para no olvidar que la guerra es la peor obra generada por el hombre.