
Está claro que me muevo a un ritmo diferente al resto del mundo. Cuando una serie triunfa en la televisión, yo, por norma general, no la aguanto más allá de dos capítulos. Y lo mismo con muchos de los bombazos que llegan a las librerías cada año. La novela de hoy se editó en 2015, así que poca novedad, pero está viviendo una segunda edad de oro gracias a una adaptación cinematográfica que se ha estrenado recientemente. Y de nuevo he leído algo que no me ha llegado.
No me ha llegado por varias razones. La principal era que su historia, viejo gruñón pero que se revela como un ser bondadoso , ya la hemos visto en muchísimas otras novelas. Poco que decir a una nueva vuelta de tuerca a un estereotipo que no hace ninguna gracia, más allá de alguna frase con chispa. Quizá porque yo me acerco a esa edad o porque comprendo muchas de las manías que son supuestamente tan hilarantes, no comprendo el humor que busca la risa a través de la comparación injusta. No querer comprarse todas las novedades del mercado no hace que esa persona sea un tacaño, por ejemplo.
De todas maneras, si el libro hubiese tenido algo como buen estilo, originalidad, un final sorprendente, etc..se podría haber salvado del escollo del argumento. Pero no. En ocasiones llegué a pensar que había un fallo en la traducción. Sin embargo, con la cantidad de novedades que nos llegan cada mes provenientes de los países nórdicos, estoy convencido que no es la falta de buenos traductores el problema. Hay frases que chirrían cuando las leemos. Supongo que busca un estilo muy cercano a la narración cinematográfica, supongo, porque el resultado no es muy bueno. No exagero si digo que me sentía leyendo a Teo y sus libros infantiles.
En definitiva, es complicado encontrar ese humor hilarante que se presuponía. Los momentos de ternura parecen robados de otros libros. Y los personajes no se quedaran conmigo más allá de lo que dure esta reseña.
Os pido disculpas a todos aquellos que habéis disfrutado de sus paginas. Pero no puedo dejar de pensar que, por una vez, será mucho mejor la película que el libro. Y eso nunca me había pasado.