
La semana pasada pasé unas horas en Salamanca. Ya sabéis que allá donde voy me gusta visitar alguna librería y esta vez no fue una excepción. Paseando por el centro topé con esta librería anticuaria, en la que los libros antiguos conviven con libros más actuales de segunda mano.

Es un comercio no muy grande, pero los metros están muy bien aprovechados con distintas estanterías. Libros de filosofía, historia, psicología, derecho o arte junto a las obras más clásicas de la literatura. Especialmente recomendable la colección de novelas de literatura juvenil que me llevaron a finales de los 80, en aquellas tardes infinitas en las que Jim Hawkins o Huckleberry Finn me hacían vivir mil aventuras.

Como ellos mismos dicen, quieren darle una nueva vida a la sabiduría, desde el comercio tradicional y sin intermediarios. No podemos estar más de acuerdo. Necesitamos rincones como este en todas nuestras ciudades.