Cuándo escribí la entrada relacionada con la casa museo de Vicente Blasco Ibáñez leí un artículo sobre el autor donde se cuestionaba su calidad literaria y el verdadero impacto de su obra. Parece ser que Blasco Ibáñez tuvo más trascendencia por su vida privada que por sus crónicas y novelas. Cada entrega del autor era celebrada más como crónica de sociedad que contribución a la literatura. Su vida, una continua búsqueda de aventuras y riqueza, fue tan publicitada como hoy podría serlo la de cualquier figura del rock o el deporte. Y esto hizo que sus libros no tuvieran la consideración justa por parte de la crítica. Otra cosa es el favor del público. Allá donde iba era recibido como una estrella y sus novelas celebradas como nunca le había sucedido a un autor español.
Por tanto, y disculpad la larga introducción, me picaba mucho la curiosidad saber qué iba a encontrar ante su novela más internacional y reconocida. ¿Tendrían razón los críticos, o por el contrario, sería absorbido por el que fue un Best seller en Estados Unidos?
Siento decir que no tengo una respuesta totalmente absoluta. Hay pasajes que me han cautivado, capítulos que me parecen de una clarividencia fantástica, con reflexiones sobre la guerra lúcidas y muy bien escritas. Pero, por otro lado, he encontrado otros capítulos que me han aburrido sobremanera. Los dedicados a la vida bohemia y caótica de los personajes no me cautivaron y me dejaban con un regusto amargo, pues su lectura me resultó aburrida.
Como resultado, el balance general es más que positivo. A cualquier lector que quiera sentir de cerca la deshumanización que trae la guerra le diría que no debe obviar esta novela. También es sobresaliente la radiografía que realiza sobre las causas del conflicto, siempre más allá de las expuestas en los libros de historia. Es cierto que el pensamiento de Blasco Ibáñez estaba totalmente alejado de uno de los bandos, pero, así y todo, su análisis es certero, sobre todo en cuanto a los detonantes sociales que acompañaron a la política alemana de la época. La visión periodística del escritor supo darnos un nuevo campo de juego muy poco conocido. Al margen de la política debemos recordar que la presión ejercida por otras partes de la sociedad (filósofos, cientificos, etc..) también es muy importante en las decisiones que un país toma y acepta.
Con todo ello, Los cuatro jinetes del Apocalipsis es una lectura imprescindible para entender las causas que hicieron del siglo XX el más sangriento de la historia. Tema sobre el que muchos políticos deberían reflexionar hoy en día.
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