
Hace unos días os hablaba de un experimento literario, realizado por Camillieri y un autor del que no había oido hablar. Y me faltó tiempo para buscar un libro de ese escritor y comprobar si su buena fama era merecida o no.
Encontré su primera novela que, en realidad, son tres relatos, ambientados en la Italia de la Segunda Guerra Mundial y sus años posteriores. El protagonista absoluto de los tres relatos es el Comisario De Luca. Un policía íntegro, que intenta sobrevivir a un ambiente dramático y muy violento.
Porque ahí es donde, para mi, reside la gran fuerza de la obra. Estamos acostumbrados a los más oscuros casos policíacos, pero no tanto a que esos casos esten envueltos en un ambiente de guerra y muerte.
La representación de las semanas y meses que siguieron a la liberación de Italia, con la caida del fascismo, consigue dotar a los relatos de un punto de vista sorprendente. No solo hemos de preocuparnos por los sospechosos, también debemos estar atentos con un vecino que podría ser un partisano o un amable anciano que, en realidad, es un acerrimo seguidor de Mussolini.
Su acción es frenética y las piezas van encajando con tanta suavidad que el final llega con la sensación de ser inevitable. Como me gusta, no hay giros absurdos o acciones que no correspondan. Todo es fluido, fruto de una exposición perfecta de hechos y las interacciones de los personajes.
Una primera aproximación a un escritor muy recomendable. Una lectura amena, donde los amantes del género se sentiran muy a gusto.