Publicado en Libros, Novela

La cabeza en las nubes (Susanna Tamaro)

El sábado pasado, recorriendo los puestos de la feria del libro viejo en el paseo Recoletos, me encontré con este pequeño libro, el primero que escribió la autora de Donde el corazón te lleve, una de las novelas que me habíais recomendado en este viaje libresco por Italia. Como me esperaba una semana viajera, de trenes y esperas, decidí meterlo en la maleta. Así se convirtió en mi segunda parada de este viaje. Y lamento decir que ha sido otro pequeño gran fracaso.

La contraportada me lo vendió como un viaje iniciático cercano a los que encontramos en la novela picaresca. No me pareció mal. Al fin y al cabo, el lazarillo siempre me ha parecido un libro simpático.

Lamentablemente, el parecido se limita al hecho de que se trata de un chaval que se ve en una situación apurada y se va ganando la vida como puede (incluido acompañando a una mujer ciega). El tono, el tipo de aventuras e incluso el estilo, sin embargo, no puede ser más distinto. Si tuviera que elegir un libro clásico con el que compararlo quizá elegiría Cándido, de Voltaire, aunque carece de la profundidad (y la mala idea) del autor de la ilustración. Es posible que la mejor comparación sea con Sin noticias de Gurb, de Eduardo Mendoza, aunque este último lo leí en mi juventud y siempre me parece mejor que cualquier otro solo por eso.

Estamos ante un libro de humor absurdo, en el que se suceden las historias más surrealistas. El protagonista únicamente aspira a mantener una existencia tranquila, entendiendo por tal la de dormitar dentro de un agujero entre comida y comida. Sin embargo, las circunstancias de la vida le obligan a ir de un lado a otro, metiéndose cada vez en líos más gordos.

Tengo que reconocer que mi sentido del humor es muy especial y que el humor absurdo no me llega. Tengo un problema con multitud de humoristas, con muchas comedias y con la mayoría de los pequeños sketch televisivos, así que no me tengáis en cuenta mi opinión sobre esta novela. Es muy posible que vosotros/as (o al menos algunos) la encontréis divertidisima. A mí se me ha hecho bola. Que siga el viaje por Italia.