Publicado en Libros, Novela

La muñeca (Antonio Guisado)

Pues ha sido una pena. La muñeca venía recomendada por nuestro librero favorito, lo cual siempre es garantía de que va a gustarnos mucho. Pero nada mas empezar, la sonrisa truncó en decepción.

Quiero aclarar que la historia tiene buenos mimbres. Hay una mezcla muy interesante entre el terror fantástico y la novela negra. Y si decidí quedarme hasta el final fue para conocer el desenlace de un argumento que consigue enganchar un poco. Y lo hace a pesar de unos diálogos que derrumban todo el invento. Intenta hacer el autor un cambio de estilo según quién esté llevando el peso de la historia. No es fácil. Imitar las formas cultas de un sexagenario sin caer en la pedantería o recargar las frases hasta extremos imposibles suele derivar en fracaso. Y, en contraposición, plasmar la simplicidad de la adolescencia puede derivar en frases tontas y de escaso significado.

Esa es la pesada carga que nos acompaña durante las páginas de la novela. En un momento dado, esa dualidad desaparece, para quedar un estilo narrativo homogéneo y que viste mucho mejor a la historia. No llega a hacernos olvidar lo que hemos pasado, pero nos deja concentrarnos en lo que vamos leyendo. Cómo decía anteriormente, la premisa es muy interesante y nos muestra a un autor que se ha tomado muy en serio las fuentes que le han inspirado. Intenta recrear atmósferas únicas, que suelen funcionar muy bien, y los capítulos se quedan en un punto álgido, invitándonos a continuar de inmediato.

Hacia el final se acelera, aun más, y termina por conseguir lo que hasta entonces había sido una quimera: querer saber qué ocurría con los protagonistas. Y aunque estos no se quedarán en mi galería de personajes, juegan un poco a mi lado.

No es fácil escribir, es casi imposible que te publiquen, por tanto, estoy convencido que Antonio Guisado tiene talento. Por ello, estoy seguro que es más demérito mío que culpa suya. Os invito a descubrirlo y juzgar por vosotros mismos. Estoy convencido de que me diréis que me equivocaba, una vez más.