
Aquí os traigo hoy el primero de los dos libritos que me traje de Córdoba. La librera de La República de las letras me enseñó esta colección, formada por libros que resultan perfectos para llevar en el bolso. Como objeto, se trata de un libro bello, pequeño, bien editado y con un buen papel. No en vano a esta edición se la conoce como Pequeños placeres (de Ediciones invisibles).
Había varios libros para elegir y dejé que me aconsejara (ella se los había leído todos). La elección fue muy acertada, pues nos ha durado tres ratitos y la hemos disfrutado mucho. No obstante, creo que trataré de leer más títulos de la colección. Algo me dice que este no es el único que me va a gustar tanto.
Se trata de un relato (o una novela corta) sobre una mujer, felizmente casada (aunque no perdidamente enamorada de su marido, se quieren y se respetan como buenos amigos) que lleva años recibiendo cartas de amor de un desconocido. Es una circunstancia algo incómoda que conocen todos y a la que tratan de quitar importancia. Sin embargo, un día el enamorado da un paso más y le envía un brazalete de granates.
Una novela tremendamente rusa en la forma de presentar la historia y los personajes. Muy bien escrita, interesante y con todos los ingredientes para quedarse revoloteando por mi mente. Son muchas las preguntas que me deja: ¿en qué consiste el amor? ¿Es posible que ese desconocido obsesionado por ella la haya querido más que su propia familia, más que su marido? ¿Qué perturbador puede ser que te quieran de una forma tan absurda?
Las preguntas que me provoca el relato no se reducen a la naturaleza del amor. Van mucho más allá. Después de leerlo me da por pensar en las decisiones aparentemente poco importantes (como regalar un brazalete) que pueden ser determinantes en la vida; en cuán distinto puede ser un mismo hecho si se interpreta con o sin ganas de entender al otro; lo extrañas que son las relaciones humanas, donde personas completamente diferentes en carácter y visión del mundo conviven por tener la misma sangre….
Una pequeña novela que os recomiendo vivamente. Un pequeño placer que nos aguarda, paciente, desde 1911.