Publicado en Libros, Novela

El enigma de la habitación 622 (Joël Dicker)

Los que nos seguís sabéis lo mucho que nos gustaba Joël Dicker a Javier y a mí. Hemos hecho ya varias entradas sobre este autor y os hemos dicho que, si buscabais una novela de misterio, era un valor seguro. Así lo habíamos comprobado en todos los libros que nos habíamos leído de él hasta el momento. Y es precisamente esa la razón por la que la decepción que hemos sentido con esta novela ha sido especialmente dolorosa. Tengo que decir que si la hemos terminado ha sido gracias a dos factores: (i) que era una novela de Joël Dicker, que nos había regalado previamente muchas horas de felicidad y, por tanto, no entendíamos que escribiera algo así y (ii) que la hemos leído juntos. Estoy segura de que si llego a encararla yo sola no paso de las primeras 300 páginas (no pongáis esa cara. Esta novela, como suele ser habitual en el autor, tiene más de 600 paginas).

Son muchos los motivos por los que no nos ha gustado esta obra. Intentaré resumirlos, sin contar nada que revele el enigma, por si, a pesar de todo, os animáis a leerla. El primero es habitual en otras obras de este autor y ya os había hablado de ello en otras entradas: su carácter cinematográfico, con innumerables cambios en el tiempo y el exceso de giros, con pistas falsas y caminos truncados. En otras ocasiones me había quejado ya de este rasgo de Dicker, pero nunca como ahora había sido tan exagerado. En cuanto a los saltos en el tiempo, son practicamente cada 4 o 5 páginas y en muchos momentos tuvimos que parar para saber en qué contexto temporal estábamos. Un lío absolutamente excesivo e innecesario, pues no me parece que aporte nada a la novela. En cuanto a los caminos truncados de la investigación, en este caso algunas de las posibilidades de resolución del caso son tan poco sólidas que lejos de confundirte solo provocan que te distancies de la novela y de sus protagonistas.

No obstante, si solo hubieran sido estos dos elementos, os diría que simplemente los rasgos que menos me gustan del autor se han exagerado en esta novela. Desgraciadamente, hay mucho más.

Lo primero que notamos al empezar a leerla es que el estilo del escritor había cambiado completamente. Lo que teníamos entre manos no era una novela de misterio, sino más bien una comedia de situación tipo Wodehouse. Los personajes eran caricaturas, estereotipos planos que no resultaban creibles. La descripción de las escenas estaba llena de clichés. Los diálogos no parecían naturales. Si no nos hubiéramos convencido (ahora no lo tengo tan claro) de que el autor lo hacía a propósito, con la intención quijotesca de caricaturizar las novelas de misterio, lo habríamos dejado a mitad.

A medida que íbamos leyendo la novela, nos íbamos distanciando más de la historia. Y ahora que la hemos terminado creemos que es un buen candidato a la mayor decepción de nuestras lecturas de 2022. Es cierto que la historia tiene su interés y que la idea general que lleva al desenlace es ingeniosa, pero nos parece muy mal resuelta. No es creíble tal y como lo presenta.

Os daré un dato más. En esta novela, Dicker hace un homenaje a su editor, recientemente fallecido. La impresión que tenemos después de leerla es que la impronta de este editor en las novelas anteriores era más que importante. Esta obra no nos parece en absoluto a la altura de las anteriores. Efectivamenrte, uno tiene la sensación de que está ante un buen material, pero sin pulir.

No sé si nos animaremos a seguir leyendo a este autor. Ya está publicada la siguiente. Si la habéis leído, dejadnos en comentarios vuestras impresiones. A ver si es solo cosa nuestra.