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Who’s Next (The Who)

Quiero aclarar, antes de que lluevan críticas a diestro y siniestro, que nunca he sido un fan entregado de este cuarteto inglés. Los descubrí tarde, a raiz de una serie de televisión de forenses. Ese tema de la cabecera, potente, me dejó con la boca abierta, aunque al principio pensé que lo habian realizado de propio para la serie. Llegó mi época de la Vespa, esa moto única y llena de nostalgia, y me empapé de todo lo que oliera al mito italiano de las dos ruedas. Pues bien, resulta que The Who son santo y seña de una generación marcada por su música y… ¡ la Vespa!
Con esa ilusión, me puse a descubrir todo sobre ellos y así me enteré que la música de la serie no estaba compuesta para la ocasión, sino que era uno de sus mejores temas, compuesto varias décadas atrás . Oía a todas horas su música, su evolución, y me aprendí muchas de las canciones con las que han pasado a la historia. Y son muchas, os lo aseguro.
Pero siempre tenía que hacer un esfuerzo por oirlos. Con el tiempo comprendí que mi pasión por esa moto suplía con creces mi indiferencia hacia la casi totalidad de su repertorio. Y con el paso de los años me he quedado con poco más de una decena de temas.
Dos de ellos, los mejores para mí, son de este álbum. Quizá también la historia que antecede a la grabación del disco ayudó en mi preferencia por este trabajo de 1.971.
Se cuenta que Pete Townshend, lider de la banda, se encontraba en una época mística. Y quería realizar una ópera rock inspirada en los conciertos que realizaban. El argumento era tan complicado que nadie, ni tan siquiera sus propios compañeros apoyaron la idea. Era enrevesado y demasiado etéreo. Aunque realizó guiones simplificados, nadie entendía el significado de la idea.
Pero las canciones estaban ahí, simplemente tenía que despojarlas de esa atmósfera irreal y darle el formato rock con el que salió.
Y fue un éxito sin precedentes para el grupo, situándose en la cima del panorama musical de la epoca. Contando con rivales como Los Beatles o Led Zeppelin, no es cualquier cosa.
Como decía, yo me quedo con dos temas impresionantes. El primero es el que abre el álbum, Baba O’Riley. Este nombre tan raro hace honor a dos personas que significaban muchísimo para Townshend. Su arpegio inicial, con el uso por primera vez del sintetizador como instrumento pleno, es parte de la historia. Sus cinco minutos son hipnóticos y uno puede oir el tema una y otra vez, en un bucle perpetuo.
La segunda pieza, es una balada. Behind blue eyes es una canción tan intensa, gracias a la voz de Roger Daltrey, que es imposible no emocionarse desde su primer acorde. Un tema que en directo supone un golpe al corazón. Brutal.
El resto del disco gustará a los amantes del rock académico. Un estilo muy limpio, donde el virtuosismo toma el mando, relegando la pasión y la fuerza a un plano secundario. El último corte de la cara B es un tema muy largo para la época, que los expertos consideran la mejor canción del grupo, pero, de ahí mis disculpas del principio, a mi no me llega a mover ni una ceja. Lo nombro por si tienen curiosidad: Won’t Get Fooled Again.
Pero con solo los dos temas que he nombrado, merece la pena acercarse al álbum, en particular, y a la discografía del grupo en general.
Disfruten de una música que marcó época. Con dos joyas que son parte imprescindible de la historia del rock.