
Durante este mes de junio nos dejó uno de los dibujantes más importante de las últimas decadas. Su asociación artística con Jeph Loeb nos ha dejado alguna de las mejores novelas gráficas. Sus trabajos en las series de Batman, principalmente , o en la editorial Marvel, han sido reconocidas exitosamente por el gran público. Con una capacidad impresionante para adaptar su estilo a lo que el personaje demandaba, este duo consiguió una unión casi perfecta entre guión y dibujo.
Tim Sale fue capaz de mostrar el mundo de los superheroes con todos los matices posibles, incluyendo sus defectos y problemas, muy alejado de la estética barroca e irreal con los que suelen rodearse.
Hoy quería hablaros de uno de sus trabajos más logrados, y no con su personaje fetiche, sino con Superman. Un personaje que nunca ha tenido tanta humanidad ni vulnerabilidad como lo tuvo en esas páginas. Y gran parte de esa sensación la consigue Sale con unos dibujos muy alejados de la epica y el heroismo.

La historia de Loeb nos acerca a la vida de Superman desde 4 puntos de vista ajenos a él. Durante la primavera, son sus padres quienes narran las inquietudes del héroe. En el verano, es Lois Lane la narradora. Para el otoño, la mejor parte, Lex Luthor nos guia en su historia de odio hacia quien le eclipsa. Para el invierno, la historia crepuscular de un muchacho, vencido por sus dudas y miedos, que busca refugio en la amiga de su infancia.
Cuatro historias para crear una vida.
A este guión lo complementa unas viñetas muy clásicas. No hay en el dibujo nada rompedor, nada que distraiga del texto. Sin embargo, por debajo de la aparente normalidad, podriamos hablar de discreción, se esconde un personaje rico en matices, lleno de humanidad, con tristeza y remordimientos. Y ese efecto es fruto de unos trazos suaves, de unos gestos, apenas esbozados, pero que transmiten tanto como el guion. Loeb era un maestro del ambiente y aquí lo hace por partida doble, adjudicando a los dos escenarios sus estética propia.
Una obra excelsa que, bajo su apariencia simple, esconde cuatro historias llenas de emociones. Y con una calidad gráfica que, por desgracia, nunca volveremos a ver.