
Hoy conmemoramos el nacimiento de uno los filósofos más importantes del siglo XVIII. Y lo hacemos con la reseña de una de sus obras más importantes, Emilio, o de la educación.
Para quienes hayamos tenido alguna relación con el ambito educativo es una obra de lectura obligatoria. Por supuesto, no tanto por la vigencia de lo que expone, sino por el hito que supuso la obra en su tiempo. Los cinco capítulos que la componen dibujan el proceso ideal de educación, desde su nacimiento hasta el momento de su independencia. Cómo decíamos, la obra no restiste un análisis pedagógico actual, pues peca, entre otras cosas, de machismo, ignorando a la mujer en la educación. Pero en su tiempo suponía centrar en los intereses del niño el proceso educativo y no en su productividad en la sociedad. Este enfoque le trajo numerosas críticas, de otros filósofos, de estamentos sociales y por encima de todo, de la Iglesia.
La ruptura con las tradiciones que imperaban en la época fue total. Y por desgracia, los pasajes que contienen sus paginas fue el motivo de persecución para el autor.
En una época donde la educación no era más que la toma de aprendices para enseñar un oficio, Rousseau quiso implantar un paradigma educativo, centrando el objetivo en dotar al niño/alumno de la mayor naturalidad posible en su proceso de aprendizaje, armonizar los deseos recreativos del niño con los objetivos de formación personal. Se acababa la educación como función de integración laboral y se comenzaba a tratar la escuela como lugar de construcción personal y moral. Todo un cambio que enfadó a muchos intelectuales de la época, que vieron a Rousseau como, poco mas, que un agitador de masas.
No fue ésta la causa de su desgracia mayor. Todo se precipitó cuando en Emilio se critica la religión y la idea de la culpabilidad que el ser humano ha de purgar. Tal fue el impacto que causó algunas de sus afirmaciones que debió huir y solo pudo regresar muchos años más tarde. Ademas, su enemistad con Voltaire contribuyó al desprestigio que tuvo en una sociedad que se estaba preparando para un cambio social, pero que no aceptaba aún ciertos enunciados.
Por su valor histórico, deberíamos leer este ensayo que, junto con su otra gran obra, El contrato social, sentó las bases de la revolución francesa, que cambió la sociedad unos años después.
Féliz aniversario.