Publicado en Libros, Novela gráfica

Contrapaso, los hijos de los otros (Teresa Valero)

Llevaba un buen tiempo detrás de una obra de la que no dejaba de oír más que cosas buenas. Esto siempre es un riesgo, al incrementar las expectativas sobre una obra. Pero, con una sonrisa en los labios, puedo deciros que las expectativas se quedaron incluso cortas.
Con Contrapaso, el lector se adentra en una maravilla visual, cuidada en sus detalles, perfectamente detallada y, sobre todo, en una época gris y triste de nuestra historia, donde como sus personajes nos dicen, la paz no llegó a todos, tan solo la sensación de triunfo, para unos, y la vergüenza y el miedo para el resto.
Hilada como un thriller, sus paginas nos recuerdan a películas clásicas del mejor cine negro. El uso de los ambientes fríos, duros en los detalles que la creadora va desmenuzando, redondean un argumento que nos mantiene atento desde la primera viñeta. El texto puede palidecer por el grandísimo trabajo grafico que la autora realiza en acuarelas. Su nivel de detalle es sobresaliente, su veracidad, respetando la fidelidad en las escenas representadas es abrumador. En este caso, las horas de consulta de documentos de la época tiene un reflejo maravilloso en los fondos y detalles de cada página.
Pero como decíamos, el texto apoya de forma ideal a la parte grafica. Nos aporta una información sobre los personajes que nos ayuda a entender sus reacciones. Es muy difícil encontrar el equilibrio exacto, en una novela gráfica, entre el texto y el dibujo. Nunca el peso debe dividirse al 50%, de ahí su dificultad. En Contrapaso, Teresa Valero logra esa perfección, porque a un dibujo poderoso y explicativo en sí mismo, amplía el placer de leer con unos diálogos veraces a las situaciones que estamos viendo.
Una historia dura, descarnada y terrible sobre la dictadura y el sometimiento intelectual al que se sometieron a millones de personas. Lo terrible de la historia es que el pensamiento fanático que sobrevuela durante la historia fue, sigue siendo me temo, real. Ojalá historias como esta nos ayude a distinguir entre el respeto entre opiniones divergentes y el sometimiento de las ideas, al que una elite llena de prejuicios, odios y sinrazón pretende imponer.