Publicado en Libros, Novela gráfica

Kingdom Come (Alex Ross y Mark Waid)

En los años 90 los superhéroes tradicionales estaban pasados de moda. Las aventuras clásicas no conseguían llegar a un nuevo público que demandaba historias más descarnadas y protagonistas ambiguos en su moralidad. Fue unos años antes, cuando Frank Miller publicó su particular homenaje al personaje de Batman, donde se adelantaron las nuevas señas de identidad de los superhéroes. Se acabó la época donde la épica y el honor siempre vencían. Lo que ocurrió en ese momento fue la ruptura de un modelo en el que los lectores ya no creían.
Con este panorama tan desolador, dos valientes quisieron reavivar la llama del héroe y volver a soñar con el triunfo de la causa justa. Con un guion magistral de Mark Waid, siempre ensombrecido ante la genialidad de su compañero, la historia nos lleva a un futuro donde Superman se ha retirado y el mundo está a merced de otros héroes menores, sin ningún tipo de conciencia moral. Una dinámica que está condenando al mundo a una rápida desaparición.


Cómo decíamos arriba, el trabajo de Mark Waid es sobresaliente, realizando una historia única. Sus constantes referencias a escrituras bíblicas ayudan a reforzar el tono épico que se quiere enfatizar. La inserción del texto, en ocasiones muy breve, ayuda a crear una atmosfera agobiante, como si la cuenta atrás hubiera sido puesta en marcha.
Pero todo este trabajo queda ensombrecido ante un genio como Alex Ross. Sus viñetas son verdaderas obras de arte del género. Aunque tiene críticos que le han acusado de carecer dinamismo en sus dibujos, lo cierto es que sus recursos narrativos, en forma de pequeñas viñetas, contrarrestan esa aparente carencia de movimiento. Pero, y esto es opinión unánime, la calidad de sus dibujos es única. Hay muchas de las escenas que son parte de la historia de la moderna novela gráfica. Sin querer ocultar el paso del tiempo en sus protagonistas o el ambiente de decadencia, nunca Superman se vio tan magnifico como en estas páginas. El propio Ross recalcó que jamás había estado más centrado en una obra como lo estuvo entonces. La cantidad de símbolos, de referencias, es excelso. Nada está al azar en sus páginas.
La suma de sus virtudes revitalizó a los personajes clásicos. Una muestra de ello ha sido el uso que ha hecho Marvel de unas premisas similares para crear todas las películas e historias de los últimos años.
Una maravilla que sigue sumando adeptos año tras año. Merece la pena aprovechar estos días de fiesta para sumergirse en sus páginas.