
Hoy es el cumpleaños de Eduardo Mendoza y acabo de comprobar, no sin cierto malestar, que todavía no hemos hablado de él en el blog. Son muchos los libros suyos de los que quiero hablaros, pero comenzaré por este, uno de los más breves, pero también de los más conocidos de su obra.
Sin noticias de Gurb es una disparatada novela que cuenta las peripecias de un extraterrestre que aterriza en la ciudad de Barcelona poco antes de las Olimpiadas de 1992. Comienza en el momento del aterrizaje (el día 9) y cada capítulo es un día por las calles de la Ciudad Condal. En cada párrafo se especifica la hora exacta en la que se encuentra, por lo que toma la forma de un informe minucioso de sus andanzas.
Sin lugar a dudas, este libro es uno de los fundamentales de mi juventud. Mis amigos y yo lo teníamos siempre en la punta de los labios. Cuando no sabíamos de alguien durante días la frase era <<sin noticias de Gurb>>, si alguien cantaba, no podíamos dejar de decir <<otra copita>> y la palabra <<semana>> llevaba a alguno a recordar <<en el sistema decimal>>. Bromas aparte, esta pequeña novela era parte fundamental de nuestra cultura.
Hace unos meses hablé con Javier de este libro y para mi sorpresa me dijo que no le había gustado. Me pareció increíble y me entraron unas ganas tremendas de leerlo de nuevo. No lo había retomado desde los años 90 y esperaba encontrar entre sus páginas unas cuantas horas de carcajada permanente.
La verdad es que la relectura no fue como esperaba. Tal vez la figura de Marta Sánchez ya no es lo que era; tal vez la imagen mitificada en la memoria no podía ser real; tal vez, simplemente, ya no tengo 18 años.
De cualquier manera, la lectura me revolvió por dentro. No hubo carcajadas, pero sí sonrisas, y una renovada sensación de ternura y de pertenencia. No tengo ni idea de lo que sentiréis vosotros si os acercáis a ella por primera vez. No sé qué pensaría yo misma si nunca la hubiera leído. Pero creo que merece la pena darle una oportunidad. Si lo hacéis, nos contáis qué tal ha ido.