
Termina una primera semana de lectura de Poe. Unos días que han dado para descubrir o releer algunos de los más importantes relatos de su corta producción. Sin adelantar nada sobre si gustaron o no, ahí va un pequeño resumen de cada uno de ellos:
El escarabajo de oro. Un relato diferente a lo que podríamos esperar de uno de los creadores del terror psicológico. En esta ocasión, lo que tenemos ante nosotros, es un pequeño relato sobre la búsqueda de un tesoro pirata. Lo más sobresaliente de sus páginas es el uso de lo criptografía para su resolución. Un cuento que sirvió de inspiración a autores posteriores tan relevantes como Stevenson y Conan Doyle.
La caida de la casa Usher. Uno de los más famosos y particulares de la carrera de Poe. Intenso y barroco en sus formas. El uso excesivo de un lenguaje recargado puede hacer difícil su lectura. Sin embargo, el ambiente que es capaz de crear, sigue siendo, para mí, algo insuperable. ¿Tiene justificada su fama?
Los crímenes de la calle Morgue. Poco puedo decir a un relato que sentó las bases de la novela de detectives. Con el personaje de Dupin, el autor trazó las líneas que los diferentes autores que se han acercado al género han copiado. Quizá el mejor de los tres dedicados al detective. En el blog encontrareis una reseña dedicada a este relato pionero.
El misterio de Marie Rogêt. Sin duda, el más flojo de los relatos leídos esta primera semana. No siempre Poe acierta. Sus páginas son una interminable sucesión de titulares de periódicos y réplicas de Dupin, sin que haya en ningún momento nada en su trama que nos mantenga interesados. Quizá terminarlo fue un premio. Me imagino que a la sombra de Los crímenes de la Rue Morgue el escritor quiso seguir saboreando el éxito.
La carta robada. Último relato de Dupin, que deja una sensación agridulce. Por un lado, es impecable la narración de los hechos y el profundo conocimiento de las técnicas policiales de la época. Es soberbio esos pasajes donde describe la búsqueda de la carta y su empeño. Sin embargo, toda la expectación creada se desinfla en su desenlace. Siempre me quedará la duda de por qué sucede ese final tan desafortunado. ¿Cansacio de un personaje?, ¿falta de inspiración?…
Terminamos la semana con El retrato ovalado. Un breve relato sobre el amor y la pasión del arte. Sin profundizar en el terror que el castillo casi abandonado podría sugerir, Poe usa ese ambiente decandente para sumergirnos en una historia muy triste. El desenlace es casi inevitable pero me imagino que en su época debió resultar impactante. Un breve cuento que ha sido uno de los que más he disfrutado esta semana.

Nos adentramos en una segunda semana llena de emociones. A la vista de los títulos que nos esperan, uno no puede dejar de saborear esos momentos de felicidad que Poe siempre me dejó.