
El 26 de noviembre de 1865, hace hoy exactamente 156 años, se publicó esta pequeña novela que, como todo buen clásico, no ha perdido ni un ápice de su frescura.
Categorizada como novela infantil, a estas alturas todos sabemos que es mucho más que eso y que permite distintas lecturas dependiendo de la edad del lector. Somos legión los que la consideramos una de nuestras novelas favoritas y vamos por la vida reconociendo a todos los conejos que siempre van con prisa a todas partes, a todos los sombrereros a los que hay que seguirles la corriente y a todas las reinas de corazones cuyo objetivo en la vida es ir cortando cabezas.
En la entrada de hoy, os hablo en concreto de la edición de este libro que hizo Catedra. Es una edición fabulosa que me recomendó mi librero y que combina el cuidado estético (a pesar de ser de bolsillo tiene unas ilustraciones muy interesantes en su interior) con un gran componente crítico. La introducción y, sobre todo, las notas nos permiten comprender mucho mejor los matices y dobles sentidos del texto de Carroll.
Atreveos a volver a descubrir las aventuras de Alicia desde una mirada de adulto. Creo que es un viaje que merece la pena hacer.
Aunque hay muchas novelas que me han marcado a lo largo de mi vida, creo que puedo asegurar que Alicia es la obra que más se acerca a mi personalidad (por la lógica absurda, la matemática, los personajes maravillosamente cuerdolocos…
Bueno, y una parte del Principito
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