Presumo que no hoy no será un buen día para mí. Pero he de aceptar que Isaac Asimov no es de mi agrado. Es mi segundo intento con Fundación y el resultado sigue siendo decepcionante. Cuando estoy escribiendo estas líneas sigo dándole vueltas al porqué.
No sé si será su estilo, sus personajes o sus tramas . O todo junto, tal vez.
Pero al igual que hace más de 20 años, cuando lo leí por primera vez, el final llegó como un alivio. En ningún momento conseguí estar dentro de sus páginas . Y terminé odiando a los protagonistas de cada relato que conforman este primer libro. Unicamente, Sheldon, el iniciador de Fundación me pareció un personaje interesante. Con todos los demás tuve siempre la sensación de que hacían trampas. Los relatos de Asimov tienen una vertiente de misterio, de juego de inteligencias entre los adversarios. Pero si uno de ellos siempre tiene la respuesta correcta, es imposible que tal juego sea limpio y merezca mi atención. Es como jugar contra la banca de un casino. Podrás tener la ilusión de estar ganando. Pero nunca será así. Al igual que en este libro, tu contrincante juega con la ventaja de saber la combinación ganadora.
Aunque si hubo una cosa que me gustó. Después de leer a Harari en Sapiens y las tres fuerzas que han hecho al ser humano el dominador sobre otras especies , el imperio, la economía y la religión, fue una bonita sorpresa descubrir que Asimov ya lo había plasmado muchos años antes. El auge y la caída de imperios como el egipcio , romano, etc… sirven como guión maestro al escritor. Asimov se inspira en el pasado, en siglos y siglos de historia para justificar las debilidades de su Imperio Galáctico.
Pero me temo que ni eso consiguió acrecentar mi interés por el libro.
Pido disculpas por mi cerrazón. Y prometo volver a intentarlo con Asimov.
Quien persiste ….