Que Leonardo Da Vinci dejó un halo de genialidad y misterio a partes iguales no lo duda nadie. Tampoco se puede poner en tela de juicio que la literatura ha contribuido a aumentar la leyenda del genio italiano. Con más o menos fortuna, las novelas que tienen a Da Vinci y su obra como protagonistas han proliferado tanto , que en ocasiones las estanterías de las librerías parecen monográficos sobre él.
Al margen de estudios académicos y ensayos, sí es cierto que encontrar una buena novela sin caer en teorías conspiratorias es complicado. Desde luego, fue el propio Leonardo quien alimentó su leyenda y su misticismo. Pero debajo de esa leyenda tan amplia hay la historia de un genio que dudó y se preguntó por todos los dogmas que imperaban en su época.
Su punto de vista, su maestría en ocultar símbolos y su estilo de vida da para entender todo el juego que da.
Javier Sierra , periodista de profesión, nos regaló una nueva versión sobre uno de sus cuadros más famosos y misteriosos. Sierra , aficionado y experto en temas esotéricos, pero con un gran trabajo de documentación, no duda en exponer sus ideas , los mensajes ocultos y los esfuerzos de la iglesia por acallar al genio.
Una novela de personajes clásicos, buenos y malos. Su estilo periodístico dota al texto de un ritmo frenético sin apenas concesiones para el conocer el contexto histórico o la sociedad de la época. Pero su premisa, el desarrollo de un argumento de suspense y el magnetismo de algunos personajes hacen de este libro un buen entretenimiento .
Es un buena combinación entre la novela de suspense y la histórica. Y quien la lea sin más pretensión que encontrar un lugar para evadirse, estará acertando de pleno.