Publicado en Libros, Novela

El tiempo entre costuras (María Dueñas)

Esta novela de María Dueñas durmió el sueño de los justos en la estantería de libros pendientes durante años. Me habían hablado muy bien de ella, pero, por alguna razón, cada vez que terminaba un libro y me acercaba a elegir el siguiente, decidía leer otro. No lo comencé, de hecho, hasta que no se dio la circunstancia de que con él cumplía uno de los puntos del reto de ese año. Y aún entonces lo hice sin mucha confianza. No estaba segura de que la vida de una costurera me fuera a interesar demasiado, esa es la verdad. Prejuicios.

Y como tantas otras veces me ha ocurrido, fue leer la primera línea y no poder dejar de leerlo. Química, le llaman. Una emocionante historia a lomos de una innegable maestra en la técnica de contar historias.

La mayor virtud de esta novela yo creo que es su protagonista. Un personaje fuerte y verosimil con el que me identifiqué desde el principio, incluso cuando tomaba decisiones que yo no habría tomado ni loca. Tal y como está escrito consiguió que me metiera desde el principio en la piel de la protagonista y junto a ella asumiera todos los riesgos, sufriera todas las decepciones y me ilusionara con cada uno de los nuevos proyectos.

Sira es una humilde aprendiz de costurera en un taller madrileño de los años 30, con una vida tranquila: su madre, su novio, los paseos de los domingos y el trabajo diario resumen una vida como la de tantas otras de su barrio.

Pero un giro inesperado de los acontecimientos hace que su vida dé un vuelco. Poco antes de que comience la guerra civil se enamora locamente de un desconocido y abandona a los suyos para irse a Tanger con él. A partir de ese momento, su vida anodina y tradicional se transforma radicalmente, convirtiéndola en extranjera, amante, empresaria e incluso espía de los servicios secretos. Una vida movida por la pasión, la valentía y, en ocasiones, la mala cabeza de una mujer sin igual.

Este año María Dueñas ha publicado la segunda parte, Sira. En cuanto pueda, lo leeré y os contaré por aquí. Qué ganas de saber qué ha sido de ella.