
La novela de Yuste es, ante todo, una novela negra al uso, con asesinatos, sospechosos, giros de guion, etc. Se lee fácilmente y proporciona unas cuantas horas de entretenimiento.
A pesar de ello, esta novela presenta algunas peculiaridades que la separan de otras novelas de misterio. Y es que los lectores de novela negra estamos acostumbrados a que los protagonistas de las novelas de asesinatos que leemos tengan nombres imposibles, llenos de consonantes impronunciables o de regueros de vocales con o sin diéresis. Esos personajes, además, se comportan de un modo totalmente ajeno a nuestra realidad. Su forma de relacionarse entre ellos, sus hábitos alimenticios o la arquitectura de sus casas, por poner solo algunos ejemplos, no tiene, por lo general, nada que ver con nuestro día a día. Les entendemos porque hemos leído muchas novelas iguales antes, no porque hablen de nuestra realidad.
Por el contrario, la novela que tenemos entre manos está ambientada en Madrid, en el congreso de los diputados. A estos personajes los conocemos, entendemos por qué hacen las cosas como las hacen sin necesidad de tener referencias de novelas previas. Tan solo con conocer la política de los últimos años de nuestro país y haber visto las noticias de la tele es suficiente. Se trata de una novela llena de guiños a la realidad política de nuestro país, con los casos de corrupción, la aparición de nuevos partidos y la frenética actividad parlamentaria. Además, encontramos otras referencias culturales ampliamente conocidas en nuestro entorno, como el fenómeno de V de Vendetta, que nos acerca a la ficción conocida (en cómic o en pelicula). En cualquier caso, en estas páginas transitamos por caminos reconocibles.
Una novela ágil, bien escrita y bien resuelta que os aconsejo para un fin de semana que está a punto de comenzar.