
Me parece increíble que estemos a punto de llegar a las 200 entradas del blog y que aún no hayamos reseñado ninguna novela de Almudena Grandes. Esta mañana he caído en la cuenta y he decidido remediarlo.
La novela que he elegido no es, sin embargo, la que más me gusta de esta autora. En realidad, tengo que confesar que me costó horrores entrar en la historia. En ella, cuatro mujeres adultas que trabajan juntas nos van contando una tras otra y en primera persona (cada capítulo cambia de narradora) su vida, sus sueños, sus pequeñas o grandes frustraciones. El formato me gustaba y, por supuesto, también disfrutaba de la forma de escribir de la autora. El problema era que no me identificaba con ninguna de las protagonistas y ni siquiera me caían bien.
Después la cosa cambió porque, poco a poco, les fui cogiendo cariño. Por un lado, porque las fui conociendo más y cuando entiendes a alguien le perdonas más fácilmente; por otro, porque fueron evolucionando.
Como me ha pasado en innumerables ocasiones, el libro, a pesar de sus casi 500 páginas se me hizo corto y me dio pena que se terminara. Necesitaba seguir conversando con las que ya eran mis amigas.
Total, que yo como los niños pequeños: no quería entrar al principio y después lloré por tener que salir.