Ha sido una de las semanas más felices, hablando de libros, que recuerde. Me he sorprendido pensando en el libro cuando no lo estaba leyendo. He disfrutado de su planteamiento, de sus personajes, de sus diálogos y de su final.
A cada página mi sorpresa y mi sonrisa iban en aumento. Porque no solo ha sido una novela que me ha enganchado por su historia. También he quedado cautivado por su forma de narrarlo. Hay delicadeza cuando se habla de los enamorados. Hay misterio en cada capítulo que va cerrando un círculo casi perfecto en el final. Hay dolor y sufrimiento que sirve para explicar la condición humana. Un libro al que no puedo ponerle ningún pero. Sé que no soy muy objetivo en cuanto a novela negra, soy un fan incondicional. Pero es que el relato de Dicker cautiva por lo que propone : un viaje con destino incierto pero que nunca desearemos que acabe.
Su argumento gira en torno a tres momentos temporales. Mismos protagonistas pero diferentes perspectivas vitales. Una historia de amor prohibida, dos escritores que se van modelando el uno al otro. Y un pueblo que bajo su apariencia de tranquilidad esconde tantas historias paralelas como habitantes tiene.
Un éxito, que en contra de mis reticencias habituales, ha hecho que quiera ver la serie que se ha hecho basado en el libro. Supongo que me decepcionará pero ¡como deseo ponerle cara a unos personajes que se han hecho tan familiares en estos días!
Si alguien desea disfrutar de un gran misterio, de una narración fluida y de un final de ensueño, que no lo duda, ha encontrado su libro. Disfrutenlo.
El sitio de mi recreo 