Publicado en Libros, Novela

Solaris (Stanislaw Lem)

El libro que os traigo hoy se puede considerar un clásico de la ciencia ficción y, a pesar de ello, no se parece a ningún otro libro del género que yo haya leído. Llegó a mis manos como regalo de cumpleaños el año pasado y lo devoré inmediatamente. Año y medio después todavía recuerdo hasta los más pequeños detalles de la historia. Puedo asegurar que me impresionó y me dio qué pensar.

Como muchos otros libros de ciencia ficción, en Solaris tenemos un protagonista que acude a un planeta a hacer un informe. En este caso concreto, se trata de averiguar qué está pasando con la investigación que desde hace un tiempo se lleva a cabo allí.

Un viaje interestelar, un protagonista dispuesto a conocer la verdad, un planeta misterioso… hasta aquí todo lo que comparte este libro con el resto del género. Vayamos ahora a sus peculiaridades.

Lo primero que distingue esta novela del resto es, sin lugar a dudas, el clima. Un ambiente misterioso y claustrofóbico te atrapa desde el inicio de la lectura. Todos los personajes se comportan de modo extraño y te mantienes alerta, intuyendo que de un momento a otro va a ocurrir algo.

Pero la diferencia fundamental de esta novela es que aquí el protagonista no se enfrenta a posibles alienígenas, sino a un enemigo mucho más peligroso: el planeta de Solaris, que es un ser extremadamente inteligente y que para vencer a los recién llegados es capaz de utilizar los pensamientos y los miedos más profundos de los protagonistas. En esta pelea desigual humano/planeta, los terrícolas se verán expuestos al más difícil de los retos: luchar contra su propia mente.

Un clásico de la ciencia ficción difícil de catalogar por ser único en su género.

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El mal de Corcira (Lorenzo Silva)

Tiene Lorenzo Silva una forma de escribir que me engancha. Sus personajes son duros, sinceros y con tendencia al cinismo. Una combinación que consigue que sus novelas sean siempre un éxito de ventas.

Para esta novela no se ha cortado en adentrarse en un terreno difícil y quebradizo. Seguramente alguna ampolla levantará, pero desde luego nadie podrá nunca reprocharle que no llame a las cosas por su nombre. No hay falsos halagos y, desde luego, reparte leña para todos. Para entender un problema hay que ser consciente de las dos partes. Algo que el protagonista de la novela, el guardia civil Vila, lleva siempre como lema.

La aparición de un cadáver en una playa es el comienzo de un viaje en el tiempo para Vila, donde tendremos la oportunidad de conocer sus inicios, el porqué de su personalidad. Un crimen, dos historias y un final para quitarse el sombrero. Su narración nos va llevando del pasado al presente y así empezamos a ser conscientes de que casi nunca la verdad es simple. Es una combinación de nuestros fracasos y errores. Pero sobre todo es aquello en lo que nos convertimos cuando nos levantamos de nuevo.

La trama es llevada con mimo, sin prisas. Pero esa pausa nos hace saborear todos los inidicios, los sospechosos, las causas probables. Entramos en su juego, el del escritor, como ayudantes externos. Y no podemos dejar de sentir una cierta tristeza cuando el final llega tan pronto.

Cada línea de los pensamientos que Lorenzo Silva pone en la boca de sus personajes son radiografías de un país que sigue luchando por superar su mal de Corcira.

Una novela fantástica, una más, de un Vila que amenaza con convertirse en mito de la novela negra. Nadie como él para hacer que una tarde de lectura sea tan divertida.