Este pequeño ensayo que no llega a 300 páginas fue el primer libro que me leí en 2021 y os aseguro que fue una forma magnífica de comenzar el año. Llevaba yo bastante tiempo dándole vueltas a la naturaleza de las decisiones éticas que tomamos los humanos. ¿En qué se basa la decisión de si algo es ético o no? ¿Somos realmente los únicos seres éticos de la naturaleza? ¿Hay alguna base objetiva en la ética o deberíamos aceptar el relativismo cultural que aceptan no pocos de nuestros coetáneos?
De todo esto y de mucho más habla De Waal en sus obras. Lo bueno de este libro en concreto es que lo hace de un modo divulgativo, accesible para el gran público.
Gran parte de las dudas que yo tenía partían de la falacia de que los grandes primates carecían de espíritu cooperativo. Una piensa en los fieros chimpancés y llega a la conclusión de que nuestros instintos más violentos y egoístas nos relacionan con nuestros ancestros. Desde esa perspectiva, la decisión de cuidar a los otros y poner su bienestar por encima del propio podría parecer una característica específica de los humanos, relacionada por lo tanto con el neocortex, la parte más moderna de nuestro cerebro. El instinto animal frente a la empatía humana. Muchos son los clichés relacionados con esto (llamar animal a los humanos más violentos o decir que alguien es muy humano cuando es especialmente sensible al sufrimiento de los demás). No obstante, algo no me acababa de cuadrar…
Y tenía razón en no aceptar esta visión antropocéntrica. Por un lado, porque un vistazo a otros primates (los bonobos) nos muestra un modelo de empatía animal; por otro, porque las técnicas de neuroimagen muestran que nuestras decisiones morales activan núcleos antiguos de nuestro cerebro (y no el neocortex).
Un ensayo maravilloso, lleno de anécdotas, bien escrito y bien traducido y que nos descubre no solo cómo son los primates no humanos con los que estamos emparentados sino, en el fondo, cómo somos nosotros mismos. Para todos aquellos que enarbolan la bandera del <<sálvese quien pueda>> y defienden la imagen de una naturaleza cruel y egoísta, este libro proporciona pruebas de que las decisiones éticas son naturales, instintivas y básicas para la supervivencia de la especie.