
Qué bonito es leer un libro sobre un lugar que se conoce y ama. No es muy habitual que un autor ambiente su obra en un lugar rural y donde las leyendas de nuestros abuelos siguen siendo los relatos que rigen esas tierras.
Lorenzo Mediano nos regala una obra divertida, en ocasiones tensa y con mucha dosis de denuncia sobre la corrupción empresarial. Una novela con el fondo de la reinvidicación del mundo rural en general, y en particular sobre nuestras montañas tan queridas.
Y lo hace de una forma valiente, arriesgándolo todo al apostar por incluir pequeñas frases en la lengua propia de la región. Una apuesta que podría haberle salido mal. Tenía el peligro de que el relato quedara interrumpido para el lector cada vez que le tocara traducir dichas frases. Pero el beneficio es mayor que los problemas, pues la inclusión de la fabla dota de autenticidad el comportamiento montañés de los protagonistas.
Sus páginas nos llevan hasta un pequeño pueblo, adonde llega una maestra de ciudad que sin proponérselo se convertirá en eje de la historia que involucra al alcalde, un empresario, y unos secundarios que tienen mucho que decir en la historia.
El conjunto del libro es sobresaliente. Una trama, basada en hechos reales, que nos atrapa desde el principio. Unos protagonistas que se hacen querer por su ternura e integridad. Un malo a la altura de una gran aventura, una insólita historia de amor y abrazándolo todo, el Pirineo y sus costumbres.
Una gran propuesta para estos días de calor. Una perspectiva diferente y refrescante de nuestras montañas.
Un comentario sobre “Donde duermen las aguas (Lorenzo Mediano)”