Publicado en Libros, Novela

A sangre fría (Truman Capote)

Como sociedad tenemos un problema para indagar en nuestros rincones más oscuros. No percibimos el lado malvado que nos rodea. Rectifico, no queremos percibirlo. Este libro de Capote es una bofetada seca a nuestra percepción simplista de la vida. Mostró con su libro que las novelas negras no sólo eran fruto del genio de un buen escritor y nos advirtió que esas novelas podrían estar describiendo la realidad. Y lo consiguió dando protagonismo a los asesinos. Contando su historia y haciéndonos testigos de sus disculpas y justificaciones.

No me malinterpreten, un crimen no tiene justificación ni disculpa. Nadie deberia poder quitar la vida a otro. La inmoralidad de este hecho es incuestionable. Pero también es cierto que detrás de un asesino hay una historia, posiblemente una familia, una niñez e incluso momentos de felicidad. ¿Qué se tuerce para llegar a cometer el acto más horrible?

Con «A sangre fría», somos espectadores de excepción a esas explicaciones. Podremos conocer con detalles tan precisos como sorprendentes la vida de dos asesinos que sin motivo aparente alguno quitaron la vida a una familia entera .

Su estilo es neutro, sin pasión ni drama. Esa fue la gran innovación del autor. Aportó un documento maravilloso en su forma, en sus contenidos y en la visión que aporta al lector. Nada en sus páginas nos hace pensar si él llegó a empatizar con los criminales. Mostró los hechos, a los protagonistas, las circustancias. Y todo encajó como un maravilloso puzzle que nos engancha desde las primeras frases.

Una crónica neutra, sin valores de juicio ni excusas. Tal y como él entendía que debia ser la labor de un periodista y nos regaló un relato estremecedor de la sociedad americana de los años sesenta.