Hoy voy a completar mi poker de detectives que empecé con el comisario Montalbano, el sueco Wallander y nuestro guardia civil preferido, Vila.
El comisario Brunnetti, protagonista absoluto de las novelas de Donna Leon desde 1992, es el contrapunto a los anteriores. Su vida es agradable, rodeado de su familia, con conversaciones intelectuales a la hora de comer, apasionado de la lectura clásica y sin dramas existenciales. No encontraremos en sus páginas sitio para conflictos personales o dramas existenciales. Brunetti tiene la rara habilidad de conjugar su tranquila vida familiar con un celo profesional que lo hace implacable en su lucha contra el crimen.
Venecia es un marco incomparable al contrastar la diferencia de esos rincones tan conocidos con los sórdidos lugares a los que el comisario debe visitar para resolver sus casos. Es chocante visualizar esa ciudad tan turística como centro de asesinatos, trata de blancas, etc… El realismo en esas localizaciones lo proporciona la propia escritora, residente desde los años 90 en la ciudad.
Este fue el libro debut de Donna Leon, ganador del premio Suntori en Japón a la mejor novela de intriga. A partir de entonces ha dedicado su actividad a su personaje escribiendo casi treinta libros sobre él.
En este primer libro nos encontraremos con el asesinato de un famoso director de orquesta. Muerto en plena representación de La Traviata, el comisario se encuentra una lista de sospechosos inusualmente larga. La cantidad de enemigos que se ha creado el asesinado es tan variada que Brunetti deberá poner en juego toda su habilidad y concentración para resolver el crimen.
Un magnífico comienzo para presentar a un personaje único, tan inteligente como cínico. Rodeado de un marco incomparable como es la ciudad de los canales y con el apoyo de unos secundarios que serán su apoyo personal y profesional donde buscar ayuda cuando todo lo demás falle, la lectura del libro se hace amena y la sensación final, a buen seguro, será buscar el segundo título de la serie.
¿Apostamos?