Publicado en Libros, Novela gráfica

Las tres vidas de Hannah Arendt (Ken Krimstein)

Hanna Arendt es, probablemente, una de las personas más adecuadas para hacer una biografía. Desde el punto de vista profesional, fue una de las mentes más interesantes del siglo XX. Sus libros no solo tuvieron una gran acogida entre los filósofos de su época, sino que constituyen obras imprescindibles para la historia de la filosofía.

Desde el punto de vista vital, podemos decir que fue una mujer libre y valiente, capaz de llevar a las últimas consecuencias sus convicciones. Incapaz de ser insincera ni consigo misma, en sus relaciones con los hombres y en sus amistades más íntimas tuvo siempre la necesidad de vivir como sentía, sin atender a nada más. Es un regalo conocer la vida de una mujer así, tanto por ella misma como por la gente que la rodea, pues Hannah Arendt se rodeó siempre de las mejores cabezas de su época.

Y, por si esos ingredientes fueran pocos, Hannah era una judía alemana que vivió a mediados del siglo XX. No hay mucho más que decir. Tuvo que emigrar primero a París, allí conoció el campo de internamiento y acabó viajando a Nueva York, como tantos otros compatriotas. A su vida, por tanto, no le falta de nada.

Y aunando esos tres elementos, su relación con Heidegger. Una relación intensa, basada en la admiración mutua de dos mentes privilegiadas; un amor complicado, extramatrimonial, inconveniente y, en definitiva, tóxico. Una pasión entre un maestro que coquetea (en el mejor de los casos) con el nazismo y una joven filósofa judía.

En definitiva, el libro que hoy os traigo cuenta una historia que se devora en unas horas. Era esperable. Y es que, con todos estos mimbres, el éxito de esta novela gráfica estaba asegurado. Viñeta a viñeta, disfrutamos y sufrimos a partes iguales de los éxitos y las desgracias de esta mujer increíble.

Desde el punto de vista estético, sin embargo, tengo que decir que los dibujos (en blanco y negro con detalles en verde) no son ni bellos ni realistas. Tal vez la ausencia de belleza esté buscada. No es vano estamos ante una novela más conceptual que estética. En cualquier caso termino la lectura contenta de haberla elegido, pero deseando poder leer la biografía de Arendt en un ensayo más tradicional. No solo es culpa de los dibujos. En el fondo, es una forma de ser. Y es que yo soy más de ensayos que de novelas gráficas.