Publicado en Ensayo, Libros

El hombre que confundió a su mujer con un sombrero (Oliver Sacks)

Imaginaos que podéis invitar a vuestra casa a un afamado neurólogo, con una dilatada carrera. Décadas viendo toda clase de pacientes con esa mirada suya tan perspicaz, con su excelente formación y su innegable ojo clínico. Imaginad, además, que no se trata de un científico al uso, sino de uno que se aloja en un alma sensible. Un hombre capaz de ir más allá de los síntomas y los déficits y que ve en sus pacientes a las personas que son, con sus necesidades, sus miedos, pero también sus fortalezas. Imaginad, por último, que este neurólogo sensible y humanista es un maravilloso contador de historias, capaz de mantenerte atrapado en sus relatos el tiempo que haga falta.

Leer el libro que os traigo hoy consiste precisamente en eso, en invitar a un brillante neurólogo a que nos cuente su experiencia clínica como solo un escritor de ficción sabría hacerlo. Las historias que nos cuenta nos atrapan como si fueran literatura, pero con el valor añadido de que sabemos que son verdad, que existieron esas personas a las que Sacks describe, por muy insólitos o inauditos que nos parezcan sus casos.

Porque en este pequeño ensayo, Sacks nos habla de veinte personas que presentaron extrañas patologías neurológicas: desde el pobre doctor P, cuyo déficit da nombre al libro, hasta el autista artista que lo cierra. Y cada uno de los pacientes que se presentan son algo más que un curioso fenómeno de la naturaleza. Son personas que sufren o ignoran su dolencia, que buscan respuestas o ni siquiera tienen preguntas, pero en todos los casos personas presentadas como tales, con un respetuoso y detallado análisis psicológico de su personalidad.

Este maravilloso libro consigue así dos objetivos que difícilmente se encuentran juntos: en primer lugar, a través de los distintos casos patológicos que describe, permite un mejor conocimiento del cerebro humano. Bien sabido es que el estudio del déficit es el camino más recto para entender el funcionamiento de los órganos sanos. Pero, además, este libro, gracias al modo en el que nos presenta a sus protagonistas, permite que entendamos lo que están viviendo; que, de algún modo empaticemos con ellos y vivamos unos minutos con sus puntos cardinales, abandonando temporalmente los nuestros.

Es, en definitiva, un ensayo de divulgación científica que nos hará más cultos; una obra maravillosamente escrita, que nos proporcionará placer y un libro creado desde el respeto al diferente que probablemente ayude a que seamos un poco mejores después de leerlo. No se puede pedir más.