Los lunes suelen ser días duros y difíciles. Después de un fin de semana de relax es complicado volver a activarse. Pero todo es más fácil con el libro de hoy.
Numancia narra la historia que a grandes rasgos todos conocemos. El asedio por parte de las legiones romanas a un asentamiento celtíbero que ha pasado a la posteridad como ejemplo de resistencia y orgullo.
Y, se producen dos circustancias que siempre me han llamado la atención. Por una parte, aunque es un relato pormenorizado, extraordinario en los detalles, todos conocemos el final de la historia. Por otro lado, estamos ante una batalla perdida, un final conocido.
¿ Cuál es, entonces, la fuerza y atracción de esta historia y que supuso el éxito de la novela?
Desde luego nos atraen las causas perdidas, la desigualdad en las fuerzas y la lucha de David contra Golitat. Y en la novela nos encontramos esa lucha personalizada en dos protagonistas que a pesar de su amistad tienen que elegir su bando y sus lealtades. Dos formas de entender su propia cultura que hace inevitable la confrontación. Por un lado el apego a las tradiciones y el amor a su pueblo. Por el otro, la lealtad a su patria y la disciplina como forma de vida.
Todo ello nos es ofrecido con rigor histórico, de manera muy amena y de lectura sencilla. El acierto del autor fue dotar a unos hechos conocidos el alma para que el lector pudiera identificarse con el valor y orgullo de aquellos defensores abocados a un final ya escrito.
Supongo que pensar que la historia pueda cambiar y que por una vez los débiles ganarán hace que sintamos tanta pasión por estas historias.
Quién sabe si eso no es imposible.