Hoy quiero animaros a leer un libro duro, muy duro, pero imprescindible para comprender el siglo XX.
Los Gulag, acronimo de Dirección General de campos de trabajo, fue la realidad para más de catorce millones de personas en uno de los países más influyentes y poderosos del mundo.
Concebidos con el doble propósito de «reeducar» a cualquiera que tuviera ideas contrarías al sistema y explotar una mano de obra barata para la construcción de carreteras, granjas, etc… , las condiciones de vida que soportaron la personas allí condenadas fueron extremas a causa del frío, el hambre y la presión a la que eran constantemente sometidos por sus vigilantes.
Escrito en la clandestinidad, la intención del autor nunca fue publicarla. Pero cuando el manuscrito cayó en manos de las autoridades soviéticas, se comenzó a imprimir en París de inmediato. Fue un éxito desde el primer momento y sus reediciones y traducciones son innumerables desde entonces.
Escrito en apariencia sin orden, y en varios tomos, narra en un estilo sencillo las detenciones de más de 200 personas, su paso por Gulag o sus desapariciones. Pero además, cuenta la lucha y la esperanza de todos los que formaron parte de los campos.
Una vez pasado el shock, creo que debemos intentar superar la pena por lo descrito y empezar a reflexionar por los procesos mentales de los que hicieron gala para superar sus condenas. Por encima de las penurias siempre sobresale el ingenio, el humor y las ganas de vivir.
Es indispensable conocer la historia, sin censura, para poder ser críticos y reconocer indicios de nuevos totalitarismos. Y evitar repetirla.