Publicado en Libros, Novela

Dune (Frank Herbert)

Hoy os invito a recorrer conmigo los áridos pasajes de Arrakis. Será un viaje que, os lo prometo, no os dejará indiferentes. Como todo buen libro de ciencia ficción os permitirá vivir experiencias inusitadas al mismo tiempo que os ayudará a reflexionar sobre vuestra vida cotidiana.

Probablemente, de nuestro peregrinaje por sus más de 600 páginas salgáis con cierto sabor pastoso en la boca. No he disfrutado nunca más de un buen trago de agua fresca que cuando leí esta novela. En Arrakis, la falta de agua es tan severa que incluso el sudor o las lágrimas se recogen y se reciclan. Por eso, entre capítulo y capítulo me daba por pensar ¿qué estamos haciendo nosotros con nuestro agua? ¿Hasta cuándo vamos a vivir como si fuera infinita? Nunca he sido más cuidadosa cerrando grifos que entonces.

Otra consecuencia de vuestro paseo por este planeta es el modo en el que pensaréis, a partir de ahora, en los gusanos. En este planeta son criaturas gigantescas que emanan de la tierra, temibles y a la vez aprovechables como transporte. Y es que aquello que nos da más miedo, aquello que parece que puede acabar con nosotros puede ser, quizá, la solución a nuestros problemas. ¿Cómo estoy enfrentando yo la existencia de mis propios gusanos? ¿Me atrevo, en general, a plantarles cara, a domarlos, a aprovecharme de sus ventajas?

Son muchos los asuntos que se pueden resaltar de esta novela. Además de las duras condiciones materiales a las que ya me he referido, están las insidias y los conflictos sociales, la deslealtad, la codicia (todos desean el control de la especia), pero también la fidelidad, el coraje y el orgullo de ser quien se es.

Dependiendo de vuestra edad, vuestro carácter y vuestro género, tal vez os sintáis identificados con Paul Atreides, el joven protagonista. Yo, sin embargo, salí de las páginas de Dune sintiéndome una gran Bene Gesserit, adiestrada para soportar física y mentalmente cualquier prueba. Y es que viajar a Arrakis tiene un efecto duradero en nuestro carácter. Qué sería de nosotros (¡qué sería de mí!) si no pudiera convertirme por un rato en otro, si no pudiera aprender y crecer leyendo.

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S&M (Metallica)

Corría el año 1969 y Deep Purple publicó un álbum en directo mezclando conceptos tan opuestos como la música de orquesta y el heavy, ¡ y salió muy bien!

Treinta años después, Metallica, que venía de algunos trabajos donde su nivel había sido muy inferior a lo que tenía acostumbrados a sus fans, proyectó este álbum en colaboración con Michael Kamen, que además, dirigió a la orquesta sinfónica de San Francisco para la grabación. Hay que señalar que Kamen ya colaboró con ellos en el mítico «Black album», hasta la fecha el mejor disco de Metallica.

Y lo que pudo salir muy mal se convirtió en un disco mítico y pieza de coleccionista (asusta el precio de las reediciones).

La clave de su éxito podríamos encontrarla en la aportación de la instrumentación de la orquesta a los acordes duros y secos de las canciones originales. Con maestría y mucha inteligencia, dando en cada momento el protagonismo a una u otra parte, Metallica y Kamen consiguieron aportar unos matices que hicieron las delicias de sus seguidores. Además, plantear un disco diferente al estilo thrash metal puro del grupo hizo que mucha gente empezara a seguirles.

El concierto comienza con la melodia «The ecstasy of gold», mítica pieza de Ennio Morricone, que nos prepara para lo que se nos viene encima.

Y lo que va llegando es la cima en la carrera de Metallica. Es su confirmación de que estaba en el olimpo de la música y de que críticos y puristas no iban a guiar su forma de entender la música. Podría seguir haciendo discos increíbles o verdaderas catástrofes, pero se había ganado el derecho de hacer todos los experimentos que le diera la gana.

Una delicia sensitiva que marcó la década de los noventa y en la actualidad sigue sorprendiendo por su explosivo cocktail.

Para los muy fans del grupo, en 2019, la banda volvió a hacer un concierto homenaje a esta grabación.

Yo me quedo con el primero, la frescura de su propuesta es insuperable.