Publicado en Libros, Novela

Sin novedad en el frente (Enrich María Remarque).


La Primera Guerra Mundial supuso el fin del ideal «romántico» de la guerra, fue el choque de una generación, destrozada por una nueva forma de lucha, que después del conflicto no tuvo reacomodo en la sociedad.

Se acabaron las cargas de las caballerías, los duelos a espada, la honra de la derrota y ser magnánimo en la victoria. Todo quedó borrado para siempre.

Los países en conflicto tuvieron que reorganizarse, al igual que su población. Nada fue lo mismo después de 1918.

En 1929, Erich María Remarque publicó este alegato contra la guerra y sus consecuencias. Fue testigo directo, participó en el bando alemán, y sus experiencias le sirvieron para detallar de manera sublime los sentimientos que acompañaron a los participantes en la contienda.

Nos encontraremos con la pérdida de la inocencia de unos niños de apenas 18 años que a golpe de bombas, hambre, sueño, frío y muerte se preguntaban continuamente qué hacían allí.

Cada página es un catálogo de desazón y amargura, de tristeza y desesperanza. Vislumbramos cómo el protagonista se va convirtiendo en una bestia, tal y como se describe en uno de los pasajes más tristes del libro.

Pero el libro tiene un estilo maravilloso, ágil, con un desarrollo psicológico impresionante de los personajes. Nos adentramos en primera persona en cada historia, y la esperanza no nos abandona en ningún momento de la novela.

Esa es la virtud de esta obra. Hacer que el lector la devore de principio a fin, obviando lo malo de la guerra pero disfrutando lo increible del ser humano.

Espero que esta reseña no asuste al posible lector. Al contrario, creo firmemente que debe leerse con esperanza y pasión. Ingredientes necesarios para no repetir la historia.

Porque tal y como Remarque nos dijo en una ocasión :
«Cuanto más primitivo se vuelve el ser humano, más cree en sí mismo.

Y en estos tiempos que nos ha tocado vivir necesitamos más que nunca creer en nosotros mismos.