Escribir una novela en poco más de un mes, que encima la crítica lo alabe, que sea tal éxito de ventas que éste volumen signifique el inicio de una serie que en la actualidad va por el undécimo libro y ganar el premio El ojo crítico de 1998.
Visto lo visto, no será sorpresa si les digo que el guardia civil Bevilacqua y su ayudante Chamorro han formado parte de mi universo lector desde entonces.
En esta primera novela, ambientada en Mallorca, aparece muerta una ciudadana extranjera en casa de una amiga que ha desaparecido. Todo indica que ella es la culpable, pero nada más lejos de la realidad.
Conoceremos a Vila, abreviatura de ese apellido italiano que tanto juego dará. Psicólogo de formación, guardia civil por necesidad, bucea por lo más íntimo de las mentes analizando las razones del crimen, sin perder un humor ácido que le ayuda a protegerse del horror que le rodea. Pero sobre todo nos aportará una visión inedita de la benemérita muy humana y más cercana.
Lorenzo Silva defiende la conexión que se consigue al escribir y que es capaz de reunir a los seres humanos más allá del espacio y del tiempo. Brindo por muchos años de conexión. A la salud de Vila.